Últimamente proliferan muchos ensayos de encuestas digitales en todo el ciberespacio, especialmente en el mundo político.
Existen muchas aplicaciones con la que cualquiera persona diseña un simple sondeo, sin ningún criterio estadístico de segmentación ni estratificación, lo que le resta valor científico. Muchas de ellas apenas circulan en grupos integrados por miembros de un solo partido o en redes sociales más abiertas. Definitivamente están descalificadas para determinar posicionamientos políticos o social de organizaciones o personas.
¿Para qué sirven entonces?
Como la mayoría de las cosas, tienen su parte buena, en el caso de los grupos de WhatsApp y redes sociales, sirven para medir el nivel de capacidad de interacción virtual de las organizaciones o candidatos, algo que tiene valor tangible en la lucha final por la conquista de espacio en la atención e intención de los votantes.
La lección es que el mundo cambió y la política análoga agoniza; entonces, en vez de quejarnos cuando nadie nos marca en estos sondeos, lo que tenemos que hacer es tratar de actualizarnos y armar nuestros equipos de redes con nuestros compromisarios, porque el que tiene gente también debe tener colaboradores que le apoyen en la competencia virtual por el poder.
Si todos hacemos esto, nuestra organización tendrá un poderoso ejército político virtual para combatir los brutales ataques de propaganda del gobierno y su partido corrupto, que son nuestros verdaderos enemigos.
Nelson Gómez
Vicesecretario de Comunicación
Presidente Circ.2 DN.
